“El hombre, en cualquier extremo de la pasión, es un espectáculo extraordinario”.
Roberto Arlt.
Amor y muerte son esos extremos. Amor como eje, como sentido de la existencia. Muerte como lucha, como testimonio de cómo nos aferramos a la vida. Amor y la desesperación, las esperanzas, los fracasos. Muerte y la angustia, los miedos, los pánicos.
“Todas tus muertes” intenta abarcar todo esto. Un hombre puesto en el extremo de su vida intentando permanecer, reclamando la cercanía de un amor perdido en el tiempo.
Un absurdo: un hombre lleva en su cuerpo todas las enfermedades conviviendo en delicado equilibrio.
Un grotesco: las muestra, expone públicamente sus males en un ciclo de conferencias didácticas.
Es que el drama del hombre es ser absurdo y grotesco al mismo tiempo.
Lo fantasioso: un plan quinquenal de prevención médica, educación sanitaria para ilustrar sobre las enfermedades y sus consecuencias mortales.
El hombre puede morir de mil formas pero la muerte sólo tiene que escoger una. La muerte lo sabe, el hombre no. Morir vamos a morir, sin saber qué forma nos reservó la muerte. Esa es la desesperación. ¿Y el amor? Esa es la esperanza, la justificación de la vida o de los actos.
Las grandes empresas tienen motivos pequeños. Expongo mis enormes males sólo para verla una vez más. Verla, sólo eso.
Rafael Bruza